Los verdaderos PPP

10 de noviembre de 2021

Los verdaderos PPP no tenían la mandíbula grande y fuerte, ni el cuello ancho, ni la cabeza voluminosa ni el pecho macizo. Los verdaderos PPP han sido 4 podencos, asustados, solos, sin alimento ni agua, rodeados de la lava de un volcán y que han estado atrapados varios días sin posibilidad de escapar. Son los Pobres Podencos de la Palma.

No sé cómo habréis vivido vosotros este caso, pero yo la verdad es que me he debatido entre la tristeza, la preocupación, la indignación y la impotencia. Pero eso es un poco lo de siempre, mis emociones habituales ante casos de abandono, maltrato e indefensión animal. Pero esta vez resulta que han entrado nuevas emociones, nuevas y muy reveladoras. Alegría y esperanza.

Y te preguntarás, ¿cómo se puede tener alegría y esperanza, tía asquerosa, cuando hay cuatro animales en esa situación? pues yo te lo voy a decir ahora mismo. 

Porque cuando llevas toda tu vida, sufriendo por los animales, con cierta pérdida de control sobre esas emociones 🥺, viendo cómo prácticamente nadie se preocupaba de ello, que no había empatía de ningún tipo y que la gente solía decir cosas como "bueno, son perros" y seguían con sus vidas mientras te tachaban de rara, loca, y "la ecologista" (ya ves tú, como si eso fuera un insulto 🤨), ver como ahora este caso, no solo se ha hecho viral en las redes, sino que ha movilizado a gente de todas partes de España y salido en las noticias, para mí es motivo de alegría.

Sí, de mucha alegría y de esperanza. El mundo está cambiando. Lentamente, pero hacia el sitio correcto. Somos muchos los que amamos a los animales por encima de otras muchas cosas. Algunos, como es mi caso, por encima de todo, y eso empieza a notarse en la sociedad.

Este caso ha llegado a otros países. ¡¡Benditas redes sociales!! Hay gente que las odia, pero yo las adoro precisamente por estas cosas. Todos conectados, para lo malo, sí, pero quedémonos con lo bueno, y es que podemos hacer cada vez más fuerza.

Los que tenían la varita mágica para hacer posible el rescate de esos podencos, la tenían guardada en un cajón cogiendo polvo, pero sintieron el aliento en la nuca de gente de todas partes. Como no tienen vergüenza, poco les importa lo que pensemos de ellos, pero la realidad es que funciona, y entre la presión de la gente de a pie y todas las asociaciones que se unieron y se trasladaron a la zona para exigir respuestas, se consiguió que autorizaran el rescate. La pena es que haya que llegar a este punto para conseguir algo que debería ser inmediato y sin que diera lugar a debate, como es salvar vidas, pero parece que hay a gente a la que aún le cuesta aceptar que no son los únicos seres que sienten y padecen en este planeta. Debieron faltar al colegio ese día.

No lo creo, pero por si alguno de esos señores que tenían la varita mágica cae por aquí, les dejo esta referencia de la RAE. No sé, yo no lo veo tan difícil, pero oye, nunca sabe una que hay en esas cabezas.

Pues, eso, que viven, y sienten. Si estás leyendo esto, es que eres un ser humano, así que no tengo que explicarte lo que es sentir. Seguramente tampoco tengo que explicarte lo que es el frío, el calor, el hambre, la sed o el miedo. Pues eso es lo que sentían ellos. No creamos que somos tan distintos. Al fin y al cabo, somos todos animales, y además los podencos son mamíferos.

La realidad es que de twits y reclamaciones no se come, y los podencos querían comer. Ha habido mucha gente que se ha implicado físicamente en la supervivencia y rescate de estos pobres animales. Como digo, asociaciones de toda España, algunas especializadas en derecho animal, pero también empresas. Empresas de drones que llevaban el alimento y el agua en cestas improvisadas y que ya tenían todo preparado para realizar el traslado de los podencos hasta un lugar seguro. No era tarea fácil porque debían conseguir drones capaces de soportar cierto peso (hablaban de 24 kilos) y trasladarlos uno a uno, claro.

La sorpresa y el trago amargo, es que cuando por fin tenían todo preparado, al llegar al sitio los perros no estaban. En su lugar había huellas humanas y una pancarta donde decían que los perros estaban bien.

¿Quién ha sido? el Equipo A. ¿Quiénes son? no se sabe 🤷🏻‍♀️

Hay quien dice que fueron los propios cazadores, dueños de los podencos (en esta parcela de mi cerebro prefiero no entrar por el momento, porque hoy me he puesto el traje de persona alegre, optimista y esperanzada), pero el tema cazadores da para hacer un blog. Ay vaya, que tengo uno 🤔🤨

Quien opina así, dice que los sacaron porque seguramente al tener chip temían que supieran sus identidades. Para empezar no sabemos si tendrían chip, probablemente no. Seguramente si lo hubieran tenido, los datos serían erróneos. Podrían haber puesto cualquier excusa para justificar que los perros estaban ahí en caso de que los datos del chip fueran correctos, y por supuesto tenían la opción de haber salido durante todo el tiempo en que esto era noticia en la TV, fingiendo preocupación por los perros. Por no hablar de que el colectivo de los cazadores son un colectivo altamente protegido por los diferentes gobiernos. Pero como digo, no me quiero desviar del tema, por hoy...

El caso es que no veo yo que una panda de cazadores barrigones se hayan molestado en hacer todo lo que hacía falta hacer para rescatar a esos perros por si acaso les caía una pequeña multa del Cabildo en el peor de los casos. Sinceramente lo dudo.

Quiero pensar que los perros están bien. Por fin.

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