STOP DESAHUCIOS

25 de septiembre de 2021

No nos hemos vuelto locas, es que en este mundo los desahuciados no son solo los seres humanos. La desgracia de ser desahuciado abarca también a los animales. La perrita de la foto, la que sonríe, la que esta plácidamente acostada en su cama mullida, se
llamaba Sara. 
Sara fue una perra con mucha suerte y os voy a contar por qué. Ella fue un deshecho de la caza, pero no precisamente por no saber cazar. No, ya os digo yo que no fue por eso. Su dueño la desahució y la echó a la calle porque tenía algo raro en los ojos y pensó que estaría enferma y no quería gastarse el dinero en ella. La ignorancia es muy mala y resultó que eso tan raro que tenía no era nada, tan solo el tercer parpado y tuvo muy fácil solución. 


Afortunadamente, una noche Sara se cruzó en mi vida y la saqué de la calle. Fue mi perra durante 14 años. Poco   después   de   su   rescate   supimos   que   tenía Leishmania. En ese momento si os digo la verdad (año 2005) ,  era   la   primera   vez   que   yo   escuchaba   esa palabra, pero recuerdo que lo único que pensaba era: “que me expliquen qué es eso y qué tengo que hacer para quitárselo”. 


Hubiera hecho cualquier cosa, pero la realidad era que la Leishmania no se podía quitar.

Esa enfermedad no tenía cura, pero sí tratamiento. 


Me informaron de todo aquello que tenía que hacer, lo que podía ocurrir, (que no era tampoco seguro 100%, solo probable), medidas para mejorar su calidad de vida...


 Y eso hice.

No tuve ninguna duda de que tras la noticia, lo que tocaba era tratar a mi perra de una enfermedad   incurable   y   a   seguir   con   nuestras   vidas   exactamente   igual   que   hasta   ese momento.

Hasta   aquí   suena   todo   muy   lógico   y   muy   normal,   todos   creemos   que   es   lo   que   haría cualquiera, pero debes saber que  esta  es una  razón  habitual de  abandono de  perros  en perreras y de descarte para adoptar. Ocurre también con enfermedades infecciosas en gatos.

La Leishmania, en el caso de Sara, se trataba durante un tiempo con unas inyecciones y una vez controlado el “bicho”, unas pastillas de mantenimiento. Y revisiones 2 veces al año.

Vamos,   lo   que   tiene   que   hacer   alguien   hipertenso   o   diabético.   ¿No?   Y   no   por   ello consideramos que sean personas a las que haya que desahuciar. Son enfermedades que no son operables y que requieren de un tratamiento, casi siempre de por vida. Puedes hacer cosas para mejorar las analíticas y poco más. ¿Verdad? Pues esto es lo mismo.

Sara, con una buena dieta, cuidados y su tratamiento para la leishmania durante un par de años, consiguió mantener a raya al bicho durante todo el resto de su vida, que fue muy larga para una perra de su tamaño. Murió justamente hoy, día 25 de septiembre hace ya dos años. Fue una perra feliz, vital y con mucha energía. Mucha de hecho.

No me olvido de que hay perritos con Leishmania que no sobreviven a la enfermedad, lo sé, y conocí a alguno, pero debemos tener en  cuenta  que esta  parte  trágica, entra dentro de cualquier enfermedad. No todos los cuerpos son iguales, influyen muchos factores, pero lo que quiero dejar claro aquí, es que las enfermedades incurables, no deben ser motivo de desahucio

para los animales.

En AGERAA tenemos algún caso y afortunadamente para ellos hemos encontrado familias a las cuales no les ha importado.

Kiara, Óscar y Kero son tres buenos ejemplos.

Kiara: positivo dudoso en Leishmania. Dudoso porque estaba ahí ahí en el resultado. Ni si, ni no. Pero al no estar claro, decidimos ponerle tratamiento preventivo, y por supuesto, informar a las familias que se interesaban en adoptarla. Algunos de ellos descartaron a Kiara por este motivo.


Ellos se lo perdieron. Ahora Kiarita vive feliz con su familia, con la que disfruta de buenos paseos, siestas y caricias. Kiara es vital, es buena, es cariñosa, es leal. ¿A quién le importa su dudosa leishmania? Hay que ocuparse de ello y nada más. Este veranito fue a la playa y se lo pasó de maravilla.

Kero : positivo en Inmunodeficiencia Felina. Pues esto que suena tan horroroso no es ni más ni menos que un gato con las defensas bajas, por resumir y no extenderme. Su tratamiento, por llamarlo de alguna manera, consiste en un complejo vitamínico y estar pendiente de cualquier síntoma extraño en el animal, puesto que un resfriado leve puede acabar en neumonía. Pero
con los cuidados necesarios para que no enferme, como lo harías con cualquier otro, puede ser un gato feliz y “normal”.

Óscar: displasia de cadera. El caso de Óscar ha sido algo más complejo puesto que nació ya con esta enfermedad y algunos veterinarios dijeron que no sobreviviría en esas condiciones. Óscar fue operado, y vive feliz y recién adoptado con un tratamiento diario de condroprotectores y sus revisiones anuales. Su familia debe procurar que no coja peso, pero esto es algo que debemos hacer también con los perros que tenga superpoderes.

Por supuesto estas enfermedades no son contagiosas para el humano y los tratamientos no son costosos. Solo es un gasto adicional al que puede tener cualquier perro, pero que queréis que os diga, mi perro, Bach, no tiene ninguna enfermedad y me dejo una pasta en peluches todos los meses. Aquí cada loco con su tema.



Espero   que   con   este   pequeño   resumen   os   haya ayudado a clarificar un poco este tema, algo que tanto miedo  da  leer  en  la  ficha  de   una  animal  cuando  te decides a adoptar.


No descartéis automáticamente por favor, informaros de las cosas que lleva asociadas la enfermedad, para así poder tomar mejores decisiones.

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